lunes, 28 de abril de 2008

El Blog y la piedra filosofal

Una canción de Carlos Ann para amenizar la escritura de este post. Aun no le puedo encontrar la fórmula, el motivante para poder actualizar este blog con la suficiente frecuencia como para pasarle el link a medio mundo y que por lo menos se entretengan los lectores que lleguen a caer aquí por equivocación o por los raros designios de Chuyin de las Alturas... aunque generalmente no tengo tanta suerte.

Tambien está la disyuntiva de seguir manejándolo como diario. Al menos la mayoría de los blogs que visito tienen ese formato: cuentan anécdotas más o menos curiosas, en un lenguaje combinado entre lo intelectualoide y lo arrabalero, y entre dos o tres curiosidades, terminan quejándose la vida tan miserable que tienen, pero agradeciendo que por lo menos tienen un blog. Esos son contrastes, ¿no? El chiste es que le guste al lector, aunque no lo acepten. En el mejor de los casos, bloquearían la opción de comentarios y todos felices. Unos escribiendo, otros hirviendo por no poder mentarle la madre al autor. El anonimato se ha convertido ya en un recurso indispensable en estos días. El miedo a las masas se ha desplazado gracias a un mensaje de texto, un Ego-Flog, un blog... la tecnología es tan bella, ¿no?

Hablando de necedades...

Otra de las razones por las que pienso en mantener el blog tal y como está, es que hacer un diario público hace obvio el hecho de que cualquiera se entera de tus cosas. Y es ahí donde termina su posible función catártica. Eso ya me quedó muy claro de que Alfredo, corresponsable de organizar el evento de Xpresión Joven (vease posts anteriores) tuvo acceso a mis intentos de literatura de bar y ya hizo algo de mofa de esas situaciones. Digo, esta bien... pero no deja de ser algo incómodo, sobre todo cuando durante años te has portado de un modo bastante hermético.

Tengo que pensarlo muy seriamente...

¿O será que el éxito de los demás blogs consiste en contrar trivialidades, cosas inútiles e ínfimas que solo podrían salir en el programa de "Ventaneando" o "La Oreja", como que antes de salir a la disco te salió un barro en la cara, la borrachera que se pusieron con Juan de las Cuerdas o que a Chuchita la bolsearon? El morbo, ese toque de vouyerismo vende bastante. En mi caso, lo único que he intentado es en mi MetroFlog, tratando de poner alguno que otro datillo interesante, para que la raza vea que ese portal de fotos puede tener otro uso que el de poner su jeta en poses ridículas (seamos sinceros, que el 80% de la población no somos fotogénicos; la cámara se quejaría de poder hacerlo). Aun me dedicaré a encontrarle algo de utilidad a este blog, esa pieda folosofal que nos permita escribir, sino algo decente, si algo que no caiga en lo que la mayoría hace. Lo cual, no sería muy agradable.

Caer en el standar....... ¡jiak!

En fin, ya veré que hacer con este espacio. Al menos ya vi que de algo sirvió: he podido poner algunas fotos, tengo un portal seguro si es que se presenta una eventualidad y hay que hacer mención a algo importante. O tal vez deje Delírica y TierradePoetas y solo publique aquí, donde nadie hace comentarios ridículos y quien entra no entiende ni una chingada, y asi se abstiene de comentar. Las ventajas del anonimato...

Por lo pronto, me entretendré con el libro que me acaba de prestar Don Chorito, una rareza que acaba de conseguir. Hablo de la biografía que un tal Pep Blay escribió acerca de la vida de Enrique Bunbury. Como apenas voy como en la página 80, me abstendré de comentar hasta terminarlo. Si pudieran ver mi cara, se daría una idea de como va........



En fin, ya me voy. Ahorita son las 10:21 pm y ya me está dando hambre. Espero encontrar algo de comer en mi casa, porque sino ya me la pelé. Por lo pronto, ya veremos que destino tiene este blog, que como casi todo en la web, no sirve de nada.


Y a la voz de "juímonos":





Me fui.

1 comentario:

Damian Márquez dijo...

~Si quiere darle un mejor, comienze a postear porno. Apuesto que tendria mas visitantes.