Son días apagados, silencios forzados,
Llamadas intensas, voces ahogadas.
Son lodo espeso, piso inflexible,
Huellas profundas sin ritmo ni camino.
Al ver hacia abajo, me imagino
Encontrarme con ese latido,
Intenso como la vida,
Tibio como la muerte,
Inquieto como la agonía
De l pasión oculta bajo las sábanas.
Justificarse ante su constancia,
Asiendo el espíritu hueco
Con las manos desnudas
Oliendo su perfume, su esencia perenne,
A ausencia rancia, a melancolía mohosa,
A impaciencia desdeñada.
No son letras,
No son líneas.
Mucho menos son secretos
Que a cuentagotas
Se devanan sobre un papel desnudo;
Que a fuerza de invocarlos
Se derraman dolorosamente en el suelo.
Son algo más simple que eso:
Necedades impropias de quien,
Al sucumbir ante su propia mano,
No tenía más que su silencio
Y la boca cerrada.
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-l- DevilMaster -l-
14/Enero/2011
01:48 pm
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